martes, 10 de enero de 2012

Hello, Goodbye and Hello, Catalana

Creo que es una de las pocas veces que escribiré desde mí misma, sin remitente, ni remisor, ni dedicatoria, ni alter-ego.

Hoy, y en este momento, pasó un mes desde que fallé a la promesa que más quise cumplir. Se supone que tenía que protegerla y en vez de eso terminé haciéndole mal.


Cuando Catalana llegó de haberse perdido, la llevamos inmediatamente al veterinario. Necesitaba sus baños medicados y algunas vacunas que le faltaban. Nunca pensamos que por problemas mayores tendría que durar tanto en el veterinario. Al final llegó a casa el día 6 de Noviembre. Era un nuevo inicio y mi felicidad no podría haber sido opacada... de no ser porque no llegó igual. Catalana había sufrido un mal algo extraño a causa de una herida antigua, Atrofiasis, algo parecido a la artritis del ser humano. Tambaleaba de aquí para allá y no podía equilibrarse bien.

No importaba! La íbamos a cuidar. Estábamos los cuatro seres que más nos amábamos en casa, nuestro hogar y protección. Catalana iba mejorándose, nunca perdió el hambre, TsukiBB aun no se llevaba bien con ella por lo que las separamos cada una con la mitad de la casa. A mí no me importaba tener que cargar a Catalanita para que haga sus necesidades o que andara durmiendo el día entero. Yo la amaba y quería protegerla a como diera lugar.

Para inicios de Diciembre ya estaba muy animada! A tal punto que cuando llegábamos a casa salía a recibirnos. Ya casi parecía un estado normal y saludable de un perro amoroso. Éramos tan felices... Su herida en la pata se había curado y dentro de poco ya podríamos haberla sacado a pasear con su correa al parque, tal como hago con TsukiBB.

El día 6 de Diciembre cometí el peor error de mi vida. El día anterior había hecho algo que no debí y por eso Papá se enfadó conmigo. Esa horrible tarde no tenía nada que hacer y, como me gustaba tomar fotos, empecé a tomarlas con mi cámara primero a TsukiBB. Como a ella no le importa mucho (y está acostumbrada), era un tanto monótono. Pero luego tocó el turno a Catalanita. Fui a su camita (ella estaba durmiendo), la desperté y le tomé fotos muy de cerca. Ella volteaba la cabeza como queriendo evitar el molesto flash de la cámara. Yo le enderezaba la cabeza y otra vez tomaba la foto. Esas malditas fotos impactantes con el flash en su ojito le destruyeron las pocas células cerebrales que se estaban restructurando.

En pocas horas tenía un ojo aglobado y tambaleaba más incluso de cuando llegó a casa. Al día siguiente no quería levantarse de la cama. Luego ya no quiso comer. Cuando nos empezamos a preocupar ya era muy tarde. Le dimos suero en jeringa porque sólo bebía agua. Al día siguiente ya ni agua bebía. Le dábamos remedios y antinflamatorios (puesto que la Artrosis es muy dolorosa) pero no reaccionaba favorablemente. Su lengua y labios estaban completamente blancos. Y el día 10 de Diciembre a las 8:45 de la noche mi gordita, mi amada perrita, murió de un infarto en mis brazos...

Desde esos días para acá no había posteado, ni hablado del tema con nadie.

La muerte de Catalanita por mi culpa fue algo que no quiero nunca que se cure de mi corazón. Fue mi culpa, sí, aunque mi madre diga que no lo fue. Fue mi culpa. Debí atender cuando a ella no le gustaba que le tomara esas fotos. Debí hacer tantas cosas... Si no hubiera sido por ello hoy estuviéramos las cuatro en casa, y mi gordita ya se hubiera recuperado como un perro normal. Yo le negué esa oportunidad. YO Y NADIE MÁS MATÉ A LO QUE MÁS QUISE PROTEGER!

Una vez nos conocimos cuando ella tenía un dueño que la traicionó. Una vez nos separamos por culpa de unos hombres malnacidos. Ella volvió a mí luego de 9 días. Y yo, luego de un mes, la maté.

Jamás voy a perdonarme eso. ¿Qué culpa tenía mi chiquita, tan amorosa y graciosa, de haber sufrido tantas injusticias? Las lágrimas que cada día desde ese maldito 10 de Diciembre he derramado no me devolverán a mi gordita. Ella no volverá por más que lo quiera, y no tendré la oportunidad de protegerla de nuevo, de la forma correcta... No me importaría si ella estuviera en mejor cuidado que el mío, sólo que estuviera bien, que descansara, que fuera feliz...

Es verdad que existen "Adiós", y también "Hola de nuevo", pero lo que le pasó a Catalana fue injusticia pura. Ojalá mi Papá me permita verla otra vez cuando venga lo que me prometió. Porque ella más que nadie mereció, merece y merecerá la felicidad más que cualquiera.

Desde su muerte he tratado de ser mucho más calmada. Jamás voy a quitar la espina de mi corazón (es lo mínimo que podría hacer). Duele mucho, pero a ella le dolió peor. Sólo espero que algún día me perdone si nos volvemos a ver.

Catalanita, mi amada gordita, quiero hacerte una promesa. Las promesas dobles son más divertidas qeu las normales, así que presta atención...

"Cuando nos volvamos a ver tocaré esa canción tuya y mía en violín, te parece? Me haré una experta sólo por ti! Y la segunda parte es, te protegeré de la forma correcta; aun si quieres ir con otra persona o a otro lugar, lo respetaré. Pero me aseguraré (y le pediré a Papá) que nunca más sufras, sino que seas completamente feliz."

Por favor, Papá, permite que esto no haya sido un último adiós. Siempre ando fallándote, pero quiero hacer las cosas bien. Quiero tener la actitud de Catalanita, que aun cuando la traicionaron de una forma horrible, quiso volver a sus detractores. Aun cuando le hice daño, nunca me miró con odio, al contrario, movía la cola, lo único que podía mover en esos tres días llenos de dolor. Aun cuando le dolía su ser, trataba de que no nos preocupáramos. Quiero ser como ella.

Hola Catalana, adiós por un rato, hola otra vez...